A veces les pedimos a nuestros alumnos algo que a nosotros mismos nos costaría hacer. Volver de clase de inglés o de música, por ejemplo, y esperar que automáticamente estén listos para empezar con la clase de lengua, de mates o de cualquier otra asignatura sin darles un tiempo creo que es un error.
Esta es una actividad que viene bien para liberar energía y pegarnos unas risas antes de retomar cualquier tarea.
¡¡¡Me encanta!!!
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